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Reseña de Tres Enigmas para la organización de Eduardo Mendoza

19/09/2024
  • TÍTULO: Tres enigmas para la organización.
  • AUTOR: Eduardo Mendoza
  • AÑO DE PUBLICACIÓN: 2024
  • EDITORIAL: Seix Barral
  • NÚMERO DE PÁGINAS: 408

Tres enigmas para la organización: Eduardo Mendoza renace entre risas y enigmas.

«Tres enigmas para la organización» es como reencontrarse con ese amigo de toda la vida, ese que siempre tiene las historias más locas que contar y que lo hace de una forma tan ingeniosa y elegante como graciosa. Eduardo Mendoza regresa con esta novela después de que muchos (me incluyo) pensábamos que se encontraba coqueteando con la jubilación tras su trilogía «Las tres leyes del movimiento». Hasta él lo sugirió en alguna entrevista. Pero no, Mendoza sigue dando guerra, y aunque «Tres enigmas para la organización» no se puede considerar como su obra cumbre, sí que es un viaje delirante y muy recomendable en el que nos vuelve a recordar por qué es uno de los grandes del humor literario.

Índice

    Tres enigmas para la organización.

    La novela nos sitúa en el año 2022, en Barcelona, esa ciudad que Mendoza tan bien sabe reflejar con su humor socarrón y donde nos presenta a una organización secreta, heredera de la oscura época franquista, que sobrevive (más o menos) sin que nadie sepa de su existencia. Esta organización es, digamos, lo más alejado de la eficacia que te puedas imaginar, incluso de la realidad, una prueba de ello es que sus agentes tienen totalmente prohibido usar teléfono móvil, como si estuvieran atrapados en un tiempo que ya no existe.

    En esta ocasión, la organización tiene que resolver tres casos que a simple vista no parecen tener nada que ver entre sí: un cadáver que aparece en un hotel, la desaparición de un millonario en su yate, y unas finanzas más que sospechosas de una empresa de conservas que, curiosamente, nunca sube el precio de sus productos. El jefe de la organización, más cabezota que un gato que no quiere bañarse, está totalmente convencido de que estos casos guardan relación entre sí, aunque no tiene la menor idea ni de cómo ni porqué. Así que, con esos ingredientes, más su talento y humor habituales, Mendoza logra que nos preguntemos, a las primeras de cambio y con una sonrisa en los labios: ¿Pero qué clase de gazpacho es este?.

    Para resolver el disparate, la organización cuenta con un equipo de agentes tan raro como una paella con piña: Monososo, Buscabregas, El nuevo, Señorita Grassiela, El jorobado, La nena y Pocorrabo. Sí, has leído bien. Unos nombres tan disparatados como las situaciones en las que se ven envueltos, como por ejemplo, el “secuestro” y posterior “rescate” de Buscabregas, o con El jorobado recibiendo una manicura en plena investigación.

    Mendoza hace que nos a preguntemos si nos encontramos ante una novela de detectives o ante una especie de parodia cómica a lo Mortadelo y Filemón, y la respuesta es ambas. Evidentemente estos personajes no resuelven los casos porque sean brillantes, sino porque el destino parece tener un peculiar y retorcido sentido del humor. Mendoza, maneja este caos con la destreza de un malabarista borracho: forma una situación tan caótica que parece que en algún momento todo se va a ir al suelo, aunque de alguna manera, logra que todo encaje al final, y lo hace con el talento narrativo que lo caracteriza: caos controlado, situaciones absurdas y risas garantizadas.

    Conclusión.

    La prosa de Eduardo Mendoza continua siendo exquisita, con esa mezcla única de elegancia, ingenio y de humor ácido. Las descripciones consiguen que nos metamos de lleno tanto en la alocada dinámica de esta esperpéntica organización como en una Barcelona que parece salida de una película cómica. Los diálogos, como suele ser habitual en Mendoza, están tan llenos de una ingeniosa y particular chispa con la que resulta imposible no soltar alguna que otra carcajada.

    Ahora bien, siendo sinceros, ¿es esta la obra maestra de Mendoza? Pues no, ni es su obra maestra, ni se encuentra a la altura de algunas de las obras que lo catapultaron hacia el éxito. Por lo tanto, si lo que buscas es el nivel de genio que alcanzó con «El laberinto de las aceitunas» o «El enredo de la bolsa o la vida», sin duda alguna, te vas a quedar corto. «Tres enigmas para la organización» es como una película de aventuras en una tarde de domingo: divertida, sin pretensiones y perfecta para disfrutar mientras te relajas y te dejas llevar por la trama.

    Se trata de una lectura recomendable para los fans de Mendoza (por eso la he leído) y para aquellos que buscan humor inteligente y una historia que se sale de los parámetros de la clásica novela de detectives. Mendoza, fiel a su estilo, nos invita a reflexionar sobre lo absurdo de nuestra sociedad, mientras nos divierte con una serie de situaciones tan locas que te harán pensar: “Esto no podría pasar en la vida real… o tal vez sí”, porque en este mundo tan loco…

    • NOTA: 3,1/5

    Eduardo Mendoza.

    Eduardo Mendoza, nacido en Barcelona en 1943, y es uno de los autores más reconocidos de la literatura española contemporánea. A lo largo de su carrera, ha sido aclamado tanto por su narrativa ingeniosa y su sentido del humor como por su capacidad para mezclar géneros, que van desde la novela histórica hasta la sátira. Su debut en 1975 con «La verdad sobre el caso Savolta» causo un gran impacto la narrativa española, y desde entonces ha seguido conquistando a lectores con obras como «La ciudad de los prodigios», «Riña de gatos», «El laberinto de las aceitunas» o «El enredo de la bolsa o la vida». Mendoza, ha logrado ganar premios tan prestigiosos como el Planeta, el Cervantes y el Kafka, consolidándose de este modo como un autor totalmente imprescindible.


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