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Memorias de Adriano, la novela inmortal de Marguerite Yourcenar

24/11/2024
portada del libro Memorias de Adriano de Margeritte Yoircenar en la que se ve la estatua de un hombre sobre un fondo negro
  • Título: Memorias de Adriano
  • Autora: Marguerite Yourcenar
  • Año de publicación: 1951
  • Editorial: Hispano Americana S.A.
  • Edición: Septiembre 1999
  • Páginas: 376
Índice

    Memorias de Adriano: Un viaje íntimo al alma del emperador

    Durante años, Memorias de Adriano me intimidó como pocos libros lo han hecho, mirándome constantemente de reojo desde la estantería, mientras yo iba posponiendo el encuentro como quien evita una conversación complicada. Temía no estar a la altura, y no es para menos, ya que Marguerite Yourcenar, tras casi tres décadas de trabajo, logró que se convirtiera, de forma inmediata, en una obra venerada como un monumento literario, de esos que, para su simple lectura, parecen requerir no solo un doctorado en filosofía clásica, sino también de un curso intensivo en la paciencia y en el arte de leer de una forma pausada y reflexiva.

    Cuando finalmente me atreví a abrirlo, descubrí que tan solo necesitaba serenidad y disposición para dejarme llevar por la voz de Marguerite Yourcenar. Esta mujer no escribía, reconstruía mundos, no narraba, resucitaba almas, no imaginaba, arrancaba secretos a los moradores del pasado para que los cotejáramos con nuestro presente. No solo logré sobrevivir a la experiencia, sino que salí de ella encantado, huelga decir que no fue mérito mío, sino de la propia Yourcenar, que, con una maestría de otro mundo, consigue que una obra tan densa, repleta de reflexiones filosóficas y hondas cavilaciones sobre la vida, la muerte, el poder y el amor, sea no solo accesible, sino también fascinante y enriquecedora para un torpe como yo, que de pequeño pensaba que los dinosaurios vivían en zoológicos.

    Fue tal su impacto en mi, que poco tiempo después tuve que leerla una segunda vez, no porque me quedaran dudas, sino porque quería saborear de nuevo esa prosa, esa serenidad, esas reflexiones, esa vida y esa época. Es más, si no fuera por mi interminable lista de libros por leer, ya la habría leído una tercera vez, pero mientras llega ese momento, hago lo mejor que puedo con esta genial obra: recomendarla a todo el que me quiera escuchar.

    Memorias de Adriano

    En Memorias de Adriano Marguerite Yourcenar nos adentra en la maquinaria secreta de la psique de Publio Elio Adriano, emperador de Roma, quien, atisbando la hora de su muerte y con la serenidad de quien ya no tiene nada que perder ni demostrar, decide desnudar su alma sin dejar rincón en penumbra, frente a su futuro sucesor, el joven Marco Aurelio. En esta epístola monumental, que es tanto una confesión como un testamento filosófico, Adriano reexamina de forma minuciosa sus años de juventud en Hispania, su ascenso en la política y el ejército, la perdida de su gran amor, su matrimonio políticamente conveniente con Sabina y los sacrificios personales que le sirvieron para alcanzar la cúspide del poder imperial.

    Formado bajo la tutela del belicoso Trajano, Adriano se diferencia diametralmente de su predecesor al priorizar la paz y la estabilidad sobre la expansión militar. Con un afilado ojo crítico y una mente privilegiada que se niega a ser encasillada, el emperador recuerda cómo centró su energía en consolidar un imperio basado no en el hierro, sino en la cultura y el diálogo entre los pueblos. Sin embargo, el núcleo duro de sus memorias se encuentra en su profundo y devastador amor por el joven Antinoo, a quien considera la encarnación de la belleza divina. Ésta pasión, que se convirtió en el centro de su vida emocional y que culminó en tragedia, dejó a Adriano sumido en un dolor tan insondable que para mitigarlo, decide deificar a su amado instaurando un culto, un último intento de aferrarse a una belleza que el tiempo no pueda robarle.

    Lejos de ser una simple crónica de conquistas y batallas, la obra se centra en las reflexiones filosóficas de Adriano sobre el arte de gobernar, el paso del tiempo, el amor y la muerte, dejando claro que fue un humanista adelantado a su tiempo que anhelaba un mundo donde tanto razas como religiones pudieran convivir en completa armonía, pero que se dio de bruces con la política y la ambición, que siempre terminan por ensuciar hasta los ideales más nobles. Sin embargo, también era un hombre profundamente solo, marcado por la vida, cuya búsqueda de sentido le obliga a enfrentarse a sus propios límites, ya sea por sus ideales, la enfermedad, la vejez o las profundas heridas de un amor perdido.

    Opinión

    Algunas novelas se leen y otras se experimentan, Memorias de Adriano pertenece a esta última categoría. La prosa de Yourcenar es como un río lento que te va arrastrando suavemente, pero que, de vez en cuando, te sumerge sin previo aviso en su abisales profundidades. Todo está tallado con la precisión de un maestro artesano que sabe que una sola palabra mal puesta podría quebrar el hechizo. Aquí no hay acción, ni batallas épicas lideradas por “héroes” dedicados al triste oficio de matar, ni una trama repleta de giros y sorpresas, no, aquí todo el movimiento es introspectivo, reflexivo y profundamente filosófico, es un visita guiada hacia los rincones más oscuros y luminosos del espíritu humano.

    Yourcenar, con una elegancia brutal, nos obliga a frenar nuestro paso para que miremos a los ojos a la vejez, a la muerte, al amor y a la pérdida. Hay sensación de solemnidad en cada página, son las últimas palabras de un hombre sabio, adelantado a su tiempo, que se sabe al borde del abismo, pero que aún así se atreve a sonreír ante lo inevitable, mientras recuerda lo que hubiera preferido evitar. La prosa es densa y requiere una concentración absoluta, no puedes leer este libro mientras el mundo ruge a tu alrededor, tan solo puedes hacerlo en el silencio y la compañía de tu yo más reflexivo.

    Memorias de Adriano es una novela para los amantes de la filosofía y para quienes se sienten atraídos por la historia, pero no como un mero conjunto de fechas y batallas, sino como una exploración de lo que significa ser humano en cualquier época. Si lo tuyo son los libros que puedes devorar en un fin de semana, no creo que ésta sea una buena elección para ti, pero si alguna vez has sentido la necesidad de conversar pausadamente con un alma antigua, con alguien que ha visto los extremos de la gloria y el abismo del dolor, entonces esta obra te está esperando.

    Marguerite Yourcenar

    Marguerite Yourcenar sentada en un sillón con una bufanda al cuello

    Marguerite Yourcenar nació el 8 de junio de 1903 en Bruselas, Bélgica, en el seno de una familia acomodada con profundas raíces culturales. Su verdadero nombre era Marguerite de Crayencour, pero adoptó su célebre seudónimo como un anagrama de su apellido. Con una educación cosmopolita y un intelecto voraz, pronto se convirtió en una de las voces más influyentes del siglo XX.

    A parte de Memorias de Adriano, alumbró títulos tan destacados como Opus Nigrum (1968) y la trilogía El laberinto del mundo, una autobiografía en la que ofrece una mirada muy íntima tanto a su vida como a su pensamiento, y que empezó a escribir 1972 y finalizó poco antes de fallecer el 17 de diciembre de 1987. En 1980, Yourcenar hizo historia al ser la primera mujer elegida miembro de la Academia Francesa, un honor que reconocía décadas de contribuciones inigualables a la literatura.

    Aviso

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