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Reseña de La Tierra más Salvaje de Lauren Groff

08/11/2024
Portada de libro la tierra más salvaje en la que se ve a una mujer corriendo alrededor de lobos.
  • Título: La tierra más salvaje
  • Autora: Lauren Groff
  • Año de publicación: 2024
  • Editorial: Lumen
  • Páginas: 264
Índice

    La Tierra más salvaje, un universo de oscuridad

    Lauren Groff se ha consolidado como una de las voces más destacadas de la narrativa norteamericana contemporánea, y con La tierra más salvaje, su novela más reciente, confirma por qué merece ese lugar. En esta obra, Groff despliega un estilo tan exquisito como feroz, mientras nos arrastran hacia una orbita propia, como si fuéramos un satélite atrapado en su gravedad, girando a través de sus páginas en una trayectoria inevitable. En La tierra más salvaje, la protagonista, una sirvienta sin nombre, además de huir de un mundo que la ha marcado con cicatrices, deberá hacer frente a un universo muy hostil, en el que cada paso parece una confrontación con lo más oscuro de la condición humana… y de la naturaleza.

    Sinopsis

    En La tierra más salvaje, la protagonista, una joven sin nombre, escapa de uno de los primeros asentamientos europeos en la Norteamérica del siglo XVII. Su vida en esa colonia era una batalla constante contra las injusticias y la desigualdad, hasta que llega el momento en que debe huir de esta inhumana civilización incipiente.

    Armada con poco más que un hacha, un cuchillo, unas mantas, una taza de té y un pedernal, se adentra en un bosque profundo y oscuro, un entorno salvaje y despiadado, con un opresivo silencio y una gran peligrosidad latente, que se convierte en una metáfora de su propia soledad y de los conflictos internos que la atormentan

    En su huida, la protagonista no solo deberá hacer frente al hambre, la sed, el frío, la fiebre, la enfermedad y a sus perseguidores, sino que también es asediada por recuerdos que aparecen con la misma intensidad que los peligros del bosque. Unos incesantes pensamientos que en ocasiones la remiten a su llegada a esas tierras, al sueño de una nueva vida que pronto se tornó en una pesadilla, y a las sombras de todo aquello que ha perdido desde entonces.

    Entre las imágenes que la atormentan en sus noches de fiebre, asoma Bess, la niña de la familia que servía y uno de sus pocos vínculos humanos genuinos, aunque hay algo en esa historia que la atormenta. El otro, un marinero holandes que conoció en el barco que la trajo hasta Norteamérica y del cual se enamoró. Pero ahora, todo eso parece lejano y borroso, y en su agotamiento febril, lo único que le queda es avanzar para tratar de sobrevivir.

    Cada día en el bosque es una lucha por mantenerse viva en un entorno que no da tregua, todo parece conspirar para trata de frenar su huida. Sin embargo, ella sigue, lucha impulsada por una determinación que raya en lo irracional, un ímpetu casi ciego que la enfrenta a los límites de su resistencia, sin tan siquiera tener claro hacia dónde va o cuánto tiempo más podrá resistir.

    La autora guía esta travesía salvaje con una intensidad que va más allá de la supervivencia, nos empuja a compartir cada respiración, cada duda y cada esperanza de la protagonista. Mientras la vemos abrirse paso entre la espesura, acechada por fuerzas visibles y sombras invisibles, sentimos cómo el paisaje parece moldearse a sus pasos, cerrándose a su alrededor con una precisión implacable, como si el propio bosque la estuviera observando, esperando el momento adecuado para decidir su destino.

    Estilo narrativo, ritmo y personajes

    La narrativa tiene un estilo que va entre lo poético y lo visceral. No me malinterpretes, no es de esos libros donde te encontrarás con frases para subrayar cada dos páginas, aquí, todo es más contenido. La autora sabe cuándo detenerse para que sientas el peso de la noche o el escalofrío de la fiebre, y cuándo acelerar, haciéndote partícipe de ese mismo miedo que invade a la protagonista. Esta dura historia está concebida con una musicalidad y una plasticidad en las palabras que aportan un extraño equilibrio, una belleza sombría que te arrastra a seguir leyendo, incluso cuando el dolor y la crudeza de la trama pesan en cada página.

    Un auténtico espectáculo de contrastes, ya que por un lado, nos encontramos con la crudeza de los eventos, el sufrimiento de la protagonista, la soledad que se convierte en un personaje más y, por otro lado, la elegancia de la prosa, un estilo lírico y elegante, con el que la autora, demuestra una gran habilidad para jugar con las palabras de una forma que transforma hasta los momentos más duros en algo que, curiosamente, podríamos llamar bello.

    El ritmo resulta muy interesante, cambiando el paso entre la calma y la tensión, entre el recuerdo y la realidad. Cuando la protagonista se encuentra escondida, observando o pensando, la autora baja el ritmo, lo que nos permite sentir la densidad del ambiente, la niebla de su pasado, y saborear las frases que describen ese bosque tanto metafórico como real en el que se encuentra atrapada. Pero cuando llega el peligro —ya sea una sombra, un sonido desconocido o una alucinación febril—, el texto se acelera y te absorbe mientras te conduce con la protagonista hacia una especie de carrera frenética entra la quietud, el miedo, el silencio y el pánico.

    En cuanto a los personajes… Bueno, a mí, personalmente, me impacta cómo la autora consigue que, sin un solo nombre, esta mujer se convierta en alguien tan real, tan visceralmente humana. Me da la impresión de que Lauren Groff, con el anonimato de la protagonista, busca ofrecer un tributo a todas esas mujeres que han quedado en el olvido, como símbolo de tantas vidas invisibilizadas en la historia, a esas mujeres cuyas existencias fueron relegadas al margen y sus voces silenciadas. No se trata de un personaje individual, sino de algo mucho más amplio.

    Punto negativo

    El único punto negativo que destacaría, es que se trata de una historia tremendamente introspectiva, y si bien eso tiene su encanto, en algunos puntos se hace algo densa debido a la ausencia de diálogos y a la escasez de personajes. Y aunque eso sirve para meterte de lleno en la cabeza de la protagonista, hay algunos momentos en los que todo se vuelve algo farragoso. A pesar de este punto negativo, se trata de una obra muy absorbente, de hecho, si tuviera que compararla, diría que tiene algo de esa atmósfera oscura y alucinada de Cumbres Borrascosas, mezclado con la crudeza y la lucha existencial de La carretera de McCarthy.

    Mas allá de la supervivencia

    Respecto al mensaje, desde mi punto de vista, creo que la autora nos está invitando a realizar una profunda reflexión tanto social como personal. Por un lado, esta es una alegoría del rol de la mujer en una sociedad que siempre le ha puesto trabas, que la ha hecho avanzar con dificultad en un terreno plagado de obstáculos, al que debe enfrentarse sola y, muchas veces, en silencio.

    Otro recurso simbólico potente son los sueños y pesadillas, los cuales, lejos de ser meros interludios, nos hablan de sus miedos y de las profundas cicatrices invisibles que arrastra. En estos momentos oníricos, la novela casi roza el realismo mágico, creando un mundo donde los recuerdos y las visiones febriles del pasado de la protagonista, no son simplemente fruto de la fiebre, sino fragmentos de una realidad más profunda y aterradora.

    Al mismo tiempo, se trata de un viaje interior, casi existencial, que nos recuerda lo que es enfrentarse a nuestros propios temores, a nuestras propias dudas. La protagonista no solo está huyendo del mundo que la rodea, sino también de sí misma, de la vida misma, mientras nos lanza una pregunta provocadora: ¿qué significa realmente vivir? ¿Es simplemente la capacidad de seguir respirando, de avanzar paso a paso, o es, o debería ser, algo mucho más profundo?

    Conclusión

    En conclusión, La tierra más salvaje no es una simple historia de supervivencia en un entorno hostil. Se trata de una exploración brutal y poética de los miedos más profundos, de la soledad, y de la resiliencia que, a veces, descubrimos cuando no nos queda otra opción que seguir adelante. La autora consigue un equilibrio perfecto entre la crudeza de la trama y la belleza del lenguaje, mientras nos arrastra hacia la desesperanza, solo para mostrarnos cómo esa misma desesperanza puede transformarse en fuerza. La protagonista es una de esas figuras literarias que, aunque sin nombre, se graba en la memoria por su capacidad de resistir, de renacer de sus propias cenizas una y otra vez, a pesar de los interminables obstáculos.

    Otro de los grandes logros de esta obra es cómo la autora nos enfrenta a la crudeza sin edulcorar, sin regodearse en el sufrimiento que supone existir en un mundo que no te quiere, que no te valora y que intenta constantemente devorarte. Y, creo que es precisamente en esa lucha donde la protagonista y, por extensión, todos nosotros, encontramos sentido, ya que su batalla es íntima, silenciosa, y, por lo tanto, nos resulta cercana.

    Esta novela es para aquellos que disfrutan sumergiéndose en historias que no se limitan a lo cómodo ni a lo complaciente, ideal para aquellos a los que les gusta adentrarse en la oscuridad humana sin pedir permiso, que te empuja a sentir el frío en la piel y el latido de la supervivencia. La tierra más salvaje también será del agrado de aquellos que aprecian una prosa cuidada, casi poética, pero que no renuncia a la crudeza de la realidad. Ahora bien, si buscas una lectura ligera, de esas que te permiten desconectar sin mayores complicaciones, esta historia te puede resultar densa y hasta asfixiante, aquí no hay momentos fáciles ni finales tranquilos, sino una travesía tan implacable como las tierras que recorre su protagonista.

    La tierra más salvaje, como toda gran literatura, no nos da respuestas cerradas, más bien todo lo contrario, nos lanza preguntas, nos hace pensar, nos deja meditando sobre el peso de los recuerdos, la importancia de la identidad y el eterno deseo de alcanzar la libertad, aunque el camino hacia ella esté cubierto de oscuridad.

    NOTA: 4,1/5

    Lauren Groff

    imagen frontal de Lauren Groff con un jersey negro

    Lauren Groff, nacida el 23 de julio de 1978, se ha consolidado como una de las narradoras más aclamadas e influyentes de la literatura norteamericana actual. Su enorme talento ha dado forma a cinco novelas y dos colecciones de cuentos que van más allá de lo común, y no solo por sus historias, sino por su habilidad para tocar nuestra fibra humana y lectora.

    Arcadia (2012) ya fue reconocida como uno de los mejores libros del año, pero fue con En manos de la furia (2015) cuando la crítica la puso realmente en el centro de la escena. Esta novela no solo estuvo nominada al Premio Nacional del Libro y al Premio Nacional del Círculo de Críticos, sino que además fue seleccionada como el mejor libro del año en Amazon, y hasta el propio Barack Obama la mencionó como su favorita de 2015.

    Florida (2018) reafirmó su maestría en el relato corto, llevándose el Premio de Historia a la mejor colección de cuentos y alcanzando una vez más la final del Premio Nacional del Libro. Su siguiente novela, Matrix (2021), también fue finalista de importantes galardones, incluido el Premio Andrew Carnegie a la Excelencia en Ficción. En 2024, la revista TIME la incluyó entre las 100 personas más influyentes, reconociendo que se trata de una voz auténtica y única en la literatura contemporánea.

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